Enrique Boned Guillot, dos veces campeón del mundo en futsal con la selección española, cree que la participación de la disciplina en la tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud tendrá un alto impacto para el futuro de la disciplina.
“Los Juegos Olímpicos de la Juventud de Verano son una oportunidad única para todo aquellos chicos y chicas que tendrán la fortuna de vivir una experiencia inolvidable, tanto a nivel deportivo como personal”. Desde España, la voz autorizada de Enrique “Kike” Boned Guillot es contundente.
A pesar de no haber participado nunca en los Juegos Olímpicos, las expresiones de Kike son palabra autorizada desde el palmarés que ostenta como estrella histórica del futsal español y mundial. Y ante la novedad de la aparición de ese deporte en el programa Olímpico de la Juventud, escuchar su opinión es una gran oportunidad para conocer el valor que tiene para el futsal decir presente en Buenos Aires 2018.
Enumerar los logros deportivos del mítico cierre de ElPozo Murcia podría ser una historia sin fin. Como muestra basta mencionar que, desde el 2013, Boned Guillot luce la Medalla de Oro a la Real Orden del Mérito Deportivo, la mayor condecoración que otorga España a un deportista. Justamente, con su selección logró romper la hegemonía brasileña en los Mundiales de Futsal, coronándose en las Copas del Mundo del 2000 y el 2004, además de alcanzar las finales en las dos presentaciones posteriores, en el 2008 y el 2012.
Con el respaldo de su carrera, el actual director técnico del Olimpic Club Murcia se embandera en el sueño de que el futsal llegue a Tokio 2020 como deporte Olímpico, impulsado por lo que pueda suceder en su estreno en Buenos Aires 2018. “Ojalá que este torneo sea el primer paso del futuro del futsal en el Olimpismo. Para los deportistas, estos Juegos Olímpicos de la Juventud son ideales, porque todas las etapas de formación son importantes y esta competición está enfocada para aquellos jugadores que se encuentran en el escalón previo al profesionalismo, con todo lo que ello implica”, agregó.
Para Kike, el futsal tiene puerta de acceso directo a los valores que pregona el mundo Olímpico. ¿Cuál es su pensamiento? “Durante mi carrera siempre traté de defender con mi comportamiento los valores originarios del futsal, que es un deporte pasional, honesto, cercano, vistoso, limpio (…) La realidad del deporte en la sociedad de hoy daría para un largo debate, como seguramente también lo es la evolución del Olimpismo y sus valores en los últimos años, pero más allá de este tipo de discusiones, creo firmemente que el futsal representa muchos de los valores más positivos asociados al deporte y será un gran aporte su presencia en los Juegos Olímpicos de la Juventud a celebrarse en Argentina”.
El elegido mejor jugador de futsal del planeta en el 2009, hubiese dado todo por sentir lo que sentirán los jóvenes que serán protagonistas en Buenos Aires 2018: “Siempre me he considerado un privilegiado por la carrera que tuve la fortuna de poder vivir, pero disputar una competición como los Juegos Olímpicos de la Juventud hubiera sido algo excepcional. Me alegro mucho por los deportistas que van a tener la ocasión de vivir algo que nuestra generación no pudo disfrutar. Y todavía me alegro más por el futsal, ya que su participación se trata de un merecido reconocimiento por parte del Comité Olímpico Internacional”.
La capital argentina será anfitriona de la tercera edición de la cita Olímpica de la Juventud para las estrellas deportivas del mañana. Para el mundo del futsal será especial pisar el suelo de los últimos campeones del mundo de la FIFA.
“Los Juegos Olímpicos de la Juventud serán un escenario inmejorable para demostrarle al mundo Olímpico que el futsal merece algún día hacer realidad ese deseo compartido por tantos. Para lograrlo todos somos importantes y la irrupción de Argentina con sus resultados de los últimos años es una fantástica noticia en este aspecto: siempre he declarado mi admiración por Diego Giustozzi (el entrenador de la selección argentina), no sólo por sus evidentes éxitos deportivos, sino por la importancia en la manera de alcanzarlos”, expresó el cinco veces campeón de Europa liderando a España.
Y, motivado con su afirmación, Boned no duda en que el futsal, unido, aprovechará su protagonismo en Buenos Aires 2018 pensando en el futuro: “Debemos trabajar todos unidos para lograr convertir en realidad una reivindicación justa compartida por millones de personas en el mundo: el futsal merece ser olímpico”.
El primer paso en esa búsqueda, entonces, será en Buenos Aires 2018: en la tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud, la pelota verá acción en el Parque Tecnópolis, el escenario principal donde se jugará el futsal, con el Parque Verde como subsede. En todo el mundo comenzaron a avanzar las rondas clasificatorias, que continuarán este año. Diez selecciones masculinas y otras 10 femeninas buscarán quedar en la historia.
Fuente: www.buenosaires2018.com